Consejos Farmacéuticos

Salud y bienestar para toda la familia

Colágeno: ¿mejor solo o bien acompañado?

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Colágeno: ¿mejor solo o bien acompañado?

  El colágeno es uno de esos productos de farmacia con una biografía curiosa: cuando llegó, como buena parte de lo que después se llamarían pomposamente nutricéuticos o de forma más relajada complementos alimenticios, fue recibido con una cierta desconfianza. Aunque tanto el síntoma (el organismo deja de generar colágeno antes de la mediana edad) como el tratamiento (aportar colágeno) parecían claros, planeaban dudas sobre su simplicidad (bastaba con disolver una especie de polvo mágico y tomárselo cada día) y su eficacia farmacológica: como era sabido por muchos farmacéuticos, la molécula de colágeno es demasiado grande para poder asimilarla por vía oral. Como ya hemos explicado en otro artículo, el secreto está en romper la molécula hasta un tamaño asimilable por el intestino.   Vencidas las primeras reticencias, apareció el mantra de que el colágeno no era sino una moda y, como tal, pasaría; diez años después, convertido ya en una commodity (uy, parece que se me ha contagiado la pompa: un bien de uso masivo y tan cotidiano que nadie pone en duda su necesidad. Admitámoslo, commodity es más corto), podemos encontrarlo en varios formatos y con composiciones muy variadas, que es el tema de este artículo: ¿es mejor el colágeno por ir acompañado de otros principios activos añadidos? Como cantaba Jarabe de palo (en LaFarmacia.es hasta las referencias musicales podrían formar parte del vademécum), depende. ¿De qué depende? (Pausa para que vuestro cerebro acabe de cantar). Depende, decíamos, del principio activo: podemos encontrar colágenos con magnesio, con vitamina C, con ácido hialurónico, con silicio, cúrcuma, por poner tan solo algunos ejemplos de complementos habituales que, como en la película protagonizada por Kaiser Söze, son sospechosos -con razón: el magnesio, útil como complemento en las dosis adecuadas, lo encontramos mezclado con colágeno, como el ácido hialurónico, en dosis insuficientes; la vitamina C tiene una función más bien publicitaria (permite mentar -¡válgame Dios!- las articulaciones en un producto no medicamentoso) mientras que el silicio puede tener propiedades colágenogénicas (toma palabro, ahora sí se me ha subido la “cencia” a la cabeza), pero tan solo si la molécula ha sido fijada en la forma adecuada como en el caso de Biosil.   Hay, en cambio, otras fórmulas complementarias que tienen sentido o cuya combinación (incluso con alguno de los anteriores) tiene la virtud de potenciar la acción del colágeno o de actuar sobre el mismo, mejorándolo. Es el caso de la glucosamina y la condroitina, por ejemplo, que dotan al colágeno de elasticidad y resistencia y que incorporan productos como Epaplus Arhicare Intensive o, en un comodísimo formato de pequeños viales bebibles, Artilane Forte, ambos formatos indicados para quienes más exijan a sus articulaciones: personas con sobrepeso, sedentarias, de edad avanzada o deportistas.   Respondiendo a la pregunta inicial sobre si es mejor el colágeno solo o bien acompañado, podemos afirmar que la respuesta varía en función del uso. Como vemos, en casos de desgaste severo podemos encontrar principios activos que mejoran el comportamiento, la calidad o la absorción del colágeno; en el caso de que quien nos esté leyendo acabe de empezar a tomar colágeno sin que exista desgaste severo ni actividad alta, nuestra recomendación es sencilla: tomad colágeno puro, sin otros aditivos, y escoged vuestro favorito en función del gusto, el precio, la comodidad o cualquier otra variable siempre y cuando os aseguréis de que es colágeno hidrolizado, como el que encontraréis en farmacia. Si necesitáis cualquier otro suplemento, tomadlo por separado: lo haréis en las dosis adecuadas y os ahorraréis los problemas de disolución (grumoso, casi grimoso) que conllevan. La facilidad de disolución es, de hecho, una de las mejores razones para escoger un colágeno en lugar de otro: en un artículo venidero escogeremos los tres colágenos que mejor se disuelven entre los que seguro que estarán (llevamos ya muchas pruebas) Colnatur Classic y un sorprendente ColagenSupra.           

  El colágeno es uno de esos productos de farmacia con una biografía curiosa: cuando llegó, como buena parte de lo que después se llamarían pomposamente nutricéuticos o de forma más relajada complementos alimenticios, fue recibido con una cierta desconfianza. Aunque tanto el síntoma (el organismo deja de generar colágeno antes de la mediana edad) como el tratamiento (aportar colágeno) parecían claros, planeaban dudas sobre su simplicidad (bastaba con disolver una especie de polvo mágico y tomárselo cada día) y su eficacia farmacológica: como era sabido por muchos farmacéuticos, la molécula de colágeno es demasiado grande para poder asimilarla por vía oral. Como ya hemos explicado en otro artículo, el secreto está en romper la molécula hasta un tamaño asimilable por el intestino.   Vencidas las primeras reticencias, apareció el mantra de que el colágeno no era sino una moda y, como tal, pasaría; diez años después, convertido ya en una commodity (uy, parece que se me ha contagiado la pompa: un bien de uso masivo y tan cotidiano que nadie pone en duda su necesidad. Admitámoslo, commodity es más corto), podemos encontrarlo en varios formatos y con composiciones muy variadas, que es el tema de este artículo: ¿es mejor el colágeno por ir acompañado de otros principios activos añadidos? Como cantaba Jarabe de palo (en LaFarmacia.es hasta las referencias musicales podrían formar parte del vademécum), depende. ¿De qué depende? (Pausa para que vuestro cerebro acabe de cantar). Depende, decíamos, del principio activo: podemos encontrar colágenos con magnesio, con vitamina C, con ácido hialurónico, con silicio, cúrcuma, por poner tan solo algunos ejemplos de complementos habituales que, como en la película protagonizada por Kaiser Söze, son sospechosos -con razón: el magnesio, útil como complemento en las dosis adecuadas, lo encontramos mezclado con colágeno, como el ácido hialurónico, en dosis insuficientes; la vitamina C tiene una función más bien publicitaria (permite mentar -¡válgame Dios!- las articulaciones en un producto no medicamentoso) mientras que el silicio puede tener propiedades colágenogénicas (toma palabro, ahora sí se me ha subido la “cencia” a la cabeza), pero tan solo si la molécula ha sido fijada en la forma adecuada como en el caso de Biosil.   Hay, en cambio, otras fórmulas complementarias que tienen sentido o cuya combinación (incluso con alguno de los anteriores) tiene la virtud de potenciar la acción del colágeno o de actuar sobre el mismo, mejorándolo. Es el caso de la glucosamina y la condroitina, por ejemplo, que dotan al colágeno de elasticidad y resistencia y que incorporan productos como Epaplus Arhicare Intensive o, en un comodísimo formato de pequeños viales bebibles, Artilane Forte, ambos formatos indicados para quienes más exijan a sus articulaciones: personas con sobrepeso, sedentarias, de edad avanzada o deportistas.   Respondiendo a la pregunta inicial sobre si es mejor el colágeno solo o bien acompañado, podemos afirmar que la respuesta varía en función del uso. Como vemos, en casos de desgaste severo podemos encontrar principios activos que mejoran el comportamiento, la calidad o la absorción del colágeno; en el caso de que quien nos esté leyendo acabe de empezar a tomar colágeno sin que exista desgaste severo ni actividad alta, nuestra recomendación es sencilla: tomad colágeno puro, sin otros aditivos, y escoged vuestro favorito en función del gusto, el precio, la comodidad o cualquier otra variable siempre y cuando os aseguréis de que es colágeno hidrolizado, como el que encontraréis en farmacia. Si necesitáis cualquier otro suplemento, tomadlo por separado: lo haréis en las dosis adecuadas y os ahorraréis los problemas de disolución (grumoso, casi grimoso) que conllevan. La facilidad de disolución es, de hecho, una de las mejores razones para escoger un colágeno en lugar de otro: en un artículo venidero escogeremos los tres colágenos que mejor se disuelven entre los que seguro que estarán (llevamos ya muchas pruebas) Colnatur Classic y un sorprendente ColagenSupra.           

¿Qué hábitos frenan la caída del cabello?

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¿Qué hábitos frenan la caída del cabello?

El cambio de estación es uno de esos momentos en los que nos asusta ver tantos cabellos en nuestro cepillo o en el desagüe de la ducha, no te preocupes, es normal. Pero si aún así no te quedas tranquil@, te traemos los mejores consejos para mantener tu cabellera fuerte y frenar la caída del cabello.

El cambio de estación es uno de esos momentos en los que nos asusta ver tantos cabellos en nuestro cepillo o en el desagüe de la ducha, no te preocupes, es normal. Pero si aún así no te quedas tranquil@, te traemos los mejores consejos para mantener tu cabellera fuerte y frenar la caída del cabello.

¿Se puede suplementar el colágeno con una dieta variada?

Esta es una de las preguntas que más se repiten en la farmacia, y no sólo por la proteína colágeno, también por vitaminas o minerales. En este post hablamos del caso concreto del colágeno, y de la importancia que tiene la situación concreta de cada persona a la hora de decidir si suplementarse o no con un complemento alimenticio.

Esta es una de las preguntas que más se repiten en la farmacia, y no sólo por la proteína colágeno, también por vitaminas o minerales. En este post hablamos del caso concreto del colágeno, y de la importancia que tiene la situación concreta de cada persona a la hora de decidir si suplementarse o no con un complemento alimenticio.

¿Dolor de espalda?

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¿Dolor de espalda?

La mejor manera de evitar deficiencias de vitaminas en nuestro organismo es tener una dieta lo más diversa posible (ya sabes, comer de todo haciendo hincapié en frutas, verduras, legumbres...), pero todos sabemos que a veces sea por estados convalescientes o por dietas desequilibradas nos pueden faltan vitaminas y minerales clave para nuestro organismo. En concreto hoy te hablamos de la deficiencia en el grupo de vitaminas B que puede manisfestarse en síntomas como el dolor de espalda. ¿Entonces si tomo Vitamina B ya no tendré dolor de espalda? No, pero si es cierto que las vitaminas del grupo B actúan en el sistema nervioso y asociadas con antiiflamatorios inhiben la transmisión del dolor en la médula espinal. Con lo que si es tu caso, apoyarte en una dieta rica de esta vitamina puede ayudarte a disminuir esos dolores. A continuación te citamos algunos de los alimentos ricos en vitamina B1, B6 y B12:   Tiamina (Vitamina B1): La puedes encontrar en carnes sobretodo de cerdo y ternera o en visceras como el hígado. La leche y sus derivados, huevos, levadura de cerveza, productos intengrales y verduras de hojas verde son especialmente ricos en esta vitamina. Piridoxina (Vitamina B6): Las principales carnes que contienen B6 son las de cerdo y ave o también en vísceras como el hígado de ternera o riñones. Otros alimentos fuente de B6 son la leche, yema de huevo, plátano, nueces, soja y patata. Cobalamina (Vitamina B12): En cuanto a carnes, las más ricas en B12 son la ternera, el cerdo y las aves de corral o vísceras como el hígado y riñón. También contienen esta vitamina alimentos como el marisco, los huevos, cereales enriquecidos, la leche y sus derivados.   Recuerda que la mejor manera de compensar una deficiencia de vitaminas es a través de la dieta, y en caso que la insuficiencia sea severa puedes complementarlo con un tratamiento vía oral. Una deficiencia de vitaminas puede ser debida (a parte de alteraciones en tu dieta) a un aumento de necesidades de tu organismo o una reducción de la capacidad de absorción de éstas, con lo que es aconsejable que si al seguir una dieta y una ayuda complementaria no consigues mejorar estos niveles consultes con tu médico.   ¡Gracias por leernos!

La mejor manera de evitar deficiencias de vitaminas en nuestro organismo es tener una dieta lo más diversa posible (ya sabes, comer de todo haciendo hincapié en frutas, verduras, legumbres...), pero todos sabemos que a veces sea por estados convalescientes o por dietas desequilibradas nos pueden faltan vitaminas y minerales clave para nuestro organismo. En concreto hoy te hablamos de la deficiencia en el grupo de vitaminas B que puede manisfestarse en síntomas como el dolor de espalda. ¿Entonces si tomo Vitamina B ya no tendré dolor de espalda? No, pero si es cierto que las vitaminas del grupo B actúan en el sistema nervioso y asociadas con antiiflamatorios inhiben la transmisión del dolor en la médula espinal. Con lo que si es tu caso, apoyarte en una dieta rica de esta vitamina puede ayudarte a disminuir esos dolores. A continuación te citamos algunos de los alimentos ricos en vitamina B1, B6 y B12:   Tiamina (Vitamina B1): La puedes encontrar en carnes sobretodo de cerdo y ternera o en visceras como el hígado. La leche y sus derivados, huevos, levadura de cerveza, productos intengrales y verduras de hojas verde son especialmente ricos en esta vitamina. Piridoxina (Vitamina B6): Las principales carnes que contienen B6 son las de cerdo y ave o también en vísceras como el hígado de ternera o riñones. Otros alimentos fuente de B6 son la leche, yema de huevo, plátano, nueces, soja y patata. Cobalamina (Vitamina B12): En cuanto a carnes, las más ricas en B12 son la ternera, el cerdo y las aves de corral o vísceras como el hígado y riñón. También contienen esta vitamina alimentos como el marisco, los huevos, cereales enriquecidos, la leche y sus derivados.   Recuerda que la mejor manera de compensar una deficiencia de vitaminas es a través de la dieta, y en caso que la insuficiencia sea severa puedes complementarlo con un tratamiento vía oral. Una deficiencia de vitaminas puede ser debida (a parte de alteraciones en tu dieta) a un aumento de necesidades de tu organismo o una reducción de la capacidad de absorción de éstas, con lo que es aconsejable que si al seguir una dieta y una ayuda complementaria no consigues mejorar estos niveles consultes con tu médico.   ¡Gracias por leernos!

Los 6 consejos que te ayudarán a evitar gripes y resfriados

Por fin el frío ha llegado, y con él ... ¡la gripe y los resfriados! Te damos los mejores consejos para mantenerte fuerte este invierno

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Mejora tu salud y aspecto tomando Probióticos

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Una de las revoluciones en el campo de las dietas empieza a llegar al mercado español: Probióticos para perder peso

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